Desde que rodara a las órdenes de Dunia Ayaso y Félix Sabroso el drama familiar La isla interior hace ya dos años, Candela Peña no ha vuelto a participar en una película, y no sólo porque "cuesta encontrar buenos papeles". También, asegura, porque "por mucho que te dejes los huevos y lo hagas lo mejor posible, no te llaman más".
Así de contundente se mostró la actriz catalana poco antes de dar una conferencia sobre la profesión de actor junto al también intérprete José María Pou.
"Yo me hice actriz para hacer papeles muy buenos e intentar hacerlos muy bien", explicó la actriz ganadora de dos premios Goya por su trabajo en Te doy mis ojos (2003) y Princesas (2005).
Y aunque los buenos personajes, "esos que tienen cara y ojos", no son tan habituales como le gustaría, su objetivo sigue siendo el mismo: "llegar a ser la actriz que un día soñé ser, una actriz buena".
Gena Rowlands, Meryl Streep, Carmen Maura y Concha Velasco son algunas de las compañeras de profesión que más admira y que le demuestran que "con ganas de trabajar y de seguir aprendiendo, si no te aburguesas como actriz, puedes seguir trabajando pasados los 60".
El London Spanish Film Festival que acoge estos días la capital británica ha invitado a Candela Peña además de para hablar de la profesión, para presentar fuera de España el primer corto de la actriz, 9, un "ejercicio de interpretación" que decidió rodar y que ha dado lugar a "una metáfora sobre la espera".
Aunque se siente "absolutamente satisfecha" del resultado, reconoce que es una historia "difícil" y que, "aunque suene pretencioso, es un corto que hay que ver más de una vez para entenderlo".
Nueve compañeros y amigos de profesión, entre los que destacan Laia Marull, Elena Anaya, Secun de la Rosa y Pilar Castro, que estaba embarazada en ese momento, se desnudaron para rodar esta historia en la que los protagonistas esperan algo que sólo se intuye: quizá una oportunidad.
"Sin esos actores no hubiera sido capaz de hacerlo. Mi punto fuerte no es rodar un plano bellísimo, no tengo ese talento, y ellos me ayudaron a rodar de una manera que desemboca de mi condición de actriz: me gustan los actores y las historias que no tienen ni principio ni final", explicó Candela Peña.
Aún no se atreve con los largometrajes, porque ya necesitó "bastante ayuda" sólo con un corto, pero la actriz planea rodar antes de finales de año otro corto, La comida, una metáfora sobre "el aguantar, entendido como resistir".
Iniciativas como el London Spanish Film Festival ayudan a que pequeñas producciones como "9" se proyecten fuera de España, algo que según Candela Peña es positivo porque "la cinematografía de cada país tiene una riqueza extraordinaria, pero por desgracia no todas las películas llegan a todo el mundo".
"La mejor película que he visto últimamente es una producción griega, pero griegas tampoco he visto muchas. Y este año de repente he visto Canino y me he quedado muerta", relató. Sin embargo matiza que "no hay que valorar todo el cine que se hace en casa", porque también se hacen cosas malas.
"Hay que valorar las cosas que están hechas desde la intuición y el talento de unos directores, no desde un producto para satisfacer las necesidades que creen los productores que están en la calle. Aunque tampoco estoy de acuerdo en que la prensa machaque tanto a nuestro cine solo por ser español", opina Candela Peña.
Actriz, directora de cine, escritora y diseñadora de zapatos, la polifacética artista afirmó que aún le quedan "muchas cosas por hacer". Por ejemplo, enamorarse. "No necesariamente de una persona, pero siempre hay que estar enamorado de algo", asegura.