La creación de una universidad en el desierto es uno de los proyecto de apoyo al Sáhara Occidental que inicia sus primeros pasos gracias al apoyo de las universidades públicas madrileñas que, desde 2007, colaboran con este pueblo informando y sensibilizando a la sociedad española.
La Universidad del Sáhara ha dejado de ser un sueño para materializarse gracias al apoyo de universidades españolas, argelinas y cubanas, que además de aportar docentes y de colaborar en la elaboración de los planes de estudio, tramitarán la ayuda internacional necesaria para conseguir fondos.
El primer ministro de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Abdel Kader, destaca las connotaciones políticas de la creación de esta universidad en Tifariti, una ciudad dentro de los territorios liberados que controla el Frente Polisario.
En declaraciones a Efe, Kader, que estuvo en Madrid participando en unas jornadas universitarias sobre el Sáhara Occidental, explicó que esta universidad es la muestra de que "la RASD está creando sus propias instituciones con el apoyo de la sociedad española".
A partir de ahora, hay que definir las necesidades del pueblo saharaui para decidir qué estudios se ofrecerán, aclaran Juan Carlos Gimeno, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), e Isidoro Moreno, de la de Sevilla.
Esta universidad permitirá a miles de saharauis formarse sin necesidad de salir del desierto, para después dedicarse a la investigación o a la enseñanza. Moreno sostiene que una universidad es esencial para resolver el conflicto porque "el conocimiento puede ser aprovechado por los pueblos en la lucha por un mundo más justo y humanitario".
En 2009, las seis universidades públicas madrileñas (Autónoma, Complutense, Politécnica, Alcalá, Carlos III y Rey Juan Carlos) destinarán a la solidaridad y sensibilización sobre la RASD 120.000 euros concedidos por la Comunidad de Madrid, a los que hay que sumar lo invertido a través de proyectos de investigación, material publicitario, cursos de verano, etc.
Ya en 2007, estas universidades firmaron un manifiesto sobre la cooperación con el Sáhara Occidental, compromiso al se han sumado los centros de Sevilla, Santiago, Murcia y Las Palmas. El objetivo ahora es extender el apoyo a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas.
La directora de la Oficina de Acción solidaria y Cooperación de la UAM, Silvia Arias, considera que las universidades, además de formar a los jóvenes, "tienen que enseñarles a orientar sus trabajos de forma solidaria y a ser profesionales con valores".
Con este objetivo, desde 2008 la UAM organiza un programa de voluntariado en el que participan dos jóvenes de cada una de las universidades madrileñas para, a su regreso de los campamentos de refugiados, compartir su experiencia con otros estudiantes.
"La idea es que vayamos al Sáhara para ver las cosas desde dentro, las buenas y las malas, y así explicarlo mejor", relata Irene Alconchel, estudiante de Periodismo que participó en el programa el pasado mes de abril. Ella y sus compañeros insisten en que los jóvenes no saben casi nada sobre el pueblo saharaui y la responsabilidad de España en el conflicto.
El responsable de Relaciones Exteriores de la Juventud Saharaui, Mahfoud Salama, ha dicho a Efe que, con estos proyectos, "los jóvenes aprenden a ser más fuertes porque ven que hay gente que vive sin agua, luz, que no sabe lo que es el metro o una pizza".
El ministro de Cooperación de la RASD, Salek Baba, valora la "determinación" de las universidades madrileñas, "un peldaño más en el fortalecimiento de las relaciones futuras entre españoles y saharauis", que ayudará a la consolidación del castellano como segundo idioma oficial de los saharauis. Baba defiende que el trabajo de sensibilización e investigación de las universidades es además muy importante porque, "la dimensión humanitaria del problema no puede hacer que olvidemos la prioridad: que se encuentre una solución política".
El primer ministro de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Abdel Kader, destaca las connotaciones políticas de la creación de esta universidad en Tifariti, una ciudad dentro de los territorios liberados que controla el Frente Polisario.
En declaraciones a Efe, Kader, que estuvo en Madrid participando en unas jornadas universitarias sobre el Sáhara Occidental, explicó que esta universidad es la muestra de que "la RASD está creando sus propias instituciones con el apoyo de la sociedad española".
The Gates of Tifariti. NPJB
A partir de ahora, hay que definir las necesidades del pueblo saharaui para decidir qué estudios se ofrecerán, aclaran Juan Carlos Gimeno, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), e Isidoro Moreno, de la de Sevilla.
"Las universidades españolas serán un referente, no un modelo a seguir", comenta Gimeno que sostiene que la universidad saharaui será "abierta" y no seguirá los cauces convencionales "porque no es una situación convencional".
Esta universidad permitirá a miles de saharauis formarse sin necesidad de salir del desierto, para después dedicarse a la investigación o a la enseñanza. Moreno sostiene que una universidad es esencial para resolver el conflicto porque "el conocimiento puede ser aprovechado por los pueblos en la lucha por un mundo más justo y humanitario".
En 2009, las seis universidades públicas madrileñas (Autónoma, Complutense, Politécnica, Alcalá, Carlos III y Rey Juan Carlos) destinarán a la solidaridad y sensibilización sobre la RASD 120.000 euros concedidos por la Comunidad de Madrid, a los que hay que sumar lo invertido a través de proyectos de investigación, material publicitario, cursos de verano, etc.
Ya en 2007, estas universidades firmaron un manifiesto sobre la cooperación con el Sáhara Occidental, compromiso al se han sumado los centros de Sevilla, Santiago, Murcia y Las Palmas. El objetivo ahora es extender el apoyo a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas.
La directora de la Oficina de Acción solidaria y Cooperación de la UAM, Silvia Arias, considera que las universidades, además de formar a los jóvenes, "tienen que enseñarles a orientar sus trabajos de forma solidaria y a ser profesionales con valores".
Niña saharaui. Extrujado
Con este objetivo, desde 2008 la UAM organiza un programa de voluntariado en el que participan dos jóvenes de cada una de las universidades madrileñas para, a su regreso de los campamentos de refugiados, compartir su experiencia con otros estudiantes.
"La idea es que vayamos al Sáhara para ver las cosas desde dentro, las buenas y las malas, y así explicarlo mejor", relata Irene Alconchel, estudiante de Periodismo que participó en el programa el pasado mes de abril. Ella y sus compañeros insisten en que los jóvenes no saben casi nada sobre el pueblo saharaui y la responsabilidad de España en el conflicto.
El responsable de Relaciones Exteriores de la Juventud Saharaui, Mahfoud Salama, ha dicho a Efe que, con estos proyectos, "los jóvenes aprenden a ser más fuertes porque ven que hay gente que vive sin agua, luz, que no sabe lo que es el metro o una pizza".
El ministro de Cooperación de la RASD, Salek Baba, valora la "determinación" de las universidades madrileñas, "un peldaño más en el fortalecimiento de las relaciones futuras entre españoles y saharauis", que ayudará a la consolidación del castellano como segundo idioma oficial de los saharauis. Baba defiende que el trabajo de sensibilización e investigación de las universidades es además muy importante porque, "la dimensión humanitaria del problema no puede hacer que olvidemos la prioridad: que se encuentre una solución política".
No hay comentarios:
Publicar un comentario