martes, 31 de agosto de 2010

Van Morrison, el "león de Belfast", cumple 65 años sin hacer ruido

El rockero Van Morrison, conocido como el "león de Belfast", cumple hoy 65 años y sigue siendo un referente de la música folk, soul y blues, casi cuatro décadas después de hacer historia con el disco Moondance.

Hace dos años que publicó su último álbum de estudio, Keep it simple (No te compliques) y eso es precisamente lo que el norirlandés ha hecho desde entonces, ya que ha reducido considerablemente el número de actuaciones en vivo.

Polifacético músico con dominio de la guitarra, la armónica, el piano y el saxofón, y autor de canciones tan versionadas como Gloria, George Ivan Morrison entró en el Salón de la Fama del Rock en 1993 y sigue siendo considerado uno de los artistas más influyentes de la música contemporánea.

Hijo único de unos padres amantes de la música -él, electricista, ferviente coleccionista de discos; ella, empleada en una fábrica y cantante aficionada-, Morrison ha reconocido que los álbumes de jazz, country y blues que había en su casa le despertaron el interés por la música, que ya no pudo abandonar cuando a los 12 años le regalaron su primera guitarra.

Aún iba al colegio cuando formó su primera banda, The Sputniks; con 16 años tocaba por los bares de Belfast con The Monarchs; grabó su primer LP en 1964 y, un año después, emigró a EEUU para actuar como telonero de los emblemáticos The Doors.

Tras el éxito alcanzado con Gloria en 1964, tema que grabó como líder de la banda Them"y que posteriormente sería versionado por artistas como Patti Smith o AC/DC, Van Morrison vivió una de las épocas de mayor creatividad de su carrera.


La disolución de Them y su matrimonio con la actriz Janet Planet, con quien tuvo su primera hija, le animaron a instalarse en el país considerado la cuna del country.

Parte de los años en EEUU los pasó en la localidad de Woodstock, donde el contacto con la cultura hippie influyó en el que está considerado su mejor trabajo, Moondance (1970), un álbum empapado del amor a la naturaleza y la alegría de vivir.

Le seguirían Van Morrison, his Band and the Street Choir, Tupelo Honey, It's too late to stop now, que fue su primer disco en directo, y A period of transition, que le llevó de gira por todo EEUU.

Van Morrison volvió definitivamente al Reino Unido en 1977. Fue entonces cuando se unió a la Iglesia de la Cienciología y comenzó a labrarse su fama de arisco, tirano con sus músicos y reacio a las entrevistas y cualquier tipo de labor promocional.

Son célebres sus encontronazos con el público por incidentes relacionados con el uso del teléfono móvil durante sus actuaciones en las que el artista, que libró una dura batalla contra el alcoholismo cuando era joven, ha prohibido al consumo de alcohol para "no distraerse" cuando alguien va a pedir una copa.

A finales del año pasado un hacker anunció a través de la página web de Morrison que había vuelto a ser padre a los 64 años, noticia que el músico desmintió para confirmar que continúa casado con Michelle Morrison, con quien tiene dos hijos.

Ahora, en el dominio www.vanmorrison.com sólo se lee un corto mensaje en el que se informa a los internautas de que esa página es la única que ofrece información oficial del artista.

El próximo 24 de octubre, en el Royal Albert Hall de Londres, Morrison volverá a actuar ante el público británico en un año en el que apenas se le ha podido ver sobre los escenarios del Reino Unido.

Desde hace algunos años, los críticos afirman que los conciertos del "león de Belfast" lo son más que nunca por una voz ronca que no siempre alcanza las expectativas, pero que aun así merece la pena correr el riesgo por si tiene una de esas noches que recuerdan por qué el nombre de Van Morrison debe escribirse en mayúsculas en la historia de la música del siglo XX.

lunes, 30 de agosto de 2010

Londres celebra su multiculturalidad con el carnaval de Notting Hill

El carnaval de Notting Hill, que festeja desde hace casi cinco décadas la mezcla de culturas y razas que caracterizan a la capital británica, celebra hoy su día grande con un pasacalles que consigue unir a londinenses, turistas y caribeños a ritmo de música afrocaribeña.

Medio centenar de equipos gigantes de música, grupos carnavalescos con más de 300 miembros y un millón de asistentes cada año convierten a este carnaval en el más multitudinario de Europa.

Londres se adelanta a la fecha oficial que marca el final del verano para celebrar que acaba la época estival aprovechando los últimos coletazos de sol que permiten disfrutar de la ciudad al aire libre y lucir tipo sin demasiada ropa.

Lentejuelas, plumas y purpurina son los materiales básicos para la confección de los diseños, en los que a veces se emplea todo el año y que lucen los asistentes durante los dos días que dura el carnaval.

Creado en 1964 por los inmigrantes afrocaribeños residentes en Londres como respuesta a una oleada de incidentes racistas que sacudieron la ciudad en aquella época, este pasacalles reivindicativo se ha consolidado como uno de los grandes atractivos del conocido barrio de Notting Hill junto al mercadillo de Portobello Road.

Con un primera jornada, el domingo, dedicada a los niños, esta mascarada vive hoy, último lunes de agosto, festivo en Inglaterra, su día grande con casi 10 horas ininterrumpidas de pasacalles.

El grupo carnavalesco Arawak, entre los más multitudinarios con más de 300 participantes, es uno de los protagonistas de la jornada y celebra su décimo carnaval bajo el lema "10 maneras" de divertirse, de saltar y, en definitiva "de disfrutar del carnaval".

Camiones con grandes altavoces, carros para portar tambores o, más sencillo aún, silbatos, crean una atmósfera festiva a ritmo de calipso, soca (fusión de soul y calipso), reggae y samba, en la que no importan la raza, la edad ni el clima, sólo divertirse.

Para reponer fuerzas, improvisados puestos de comida caribeña, china, italiana y el tradicional fish and chips británico salpican el recorrido de los grupos carnavalescos y ejemplifican la diversidad cultural de Londres.

Los problemas de seguridad vienen empañando el carnaval en los últimos años: solo en 2009 más de 200 personas fueron detenidas por desórdenes públicos y posesión de drogas y, en vísperas al día grande de esta edición, ya se habían realizado un centenar de detenciones por posesión de armas.

Para adelantarse a eventuales problemas de seguridad, la ciudad ha invertido 6 millones de libras (unos 7,2 millones de euros) en esta edición.

Los vecinos de este acomodado barrio al oeste de Londres aceptan con actitud desigual la invasión temporal que supone la llegada a la zona de miles de personas durante el fin de semana, pero acaban convirtiéndose en parte esencial del ambiente de este día.

Unos ofreciendo el baño de su casa a los visitantes que están de paso, a cambio de un módico precio, y otros atando decenas de bolsas de plástico en el enrejado de su patio para dejar claro que no está bien tirar la basura al suelo.

viernes, 27 de agosto de 2010

Londres alberga la primera exposición de arte enteramente comestible

Los artistas británicos más golosos han aunado fuerzas con los reposteros más creativos para organizar una exposición de arte comestible que podrá visitarse desde hoy hasta el próximo domingo en la capital británica.

Azúcar, galletas y chocolate han sustituido a los tradicionales óleos, lienzos y escayolas como materias primas para la creación artística bajo el concepto "Mad Artists Tea Party" (La fiesta del té de los artistas locos) que ha dado lugar a "Cake Britain", la primera exposición de arte completamente comestible.

El concepto "Mad Artists Tea Party" ha inspirado esta exposición de arte comestible. Cake Britain.

En un guiño a la fiesta del té más célebre de la historia de la literatura, una pequeña escultura con Alicia del País de la Maravillas como protagonista preside la exposición en la galería "The Future Gallery" de Londres.

En la pared, la cabeza de un reno de galleta con virutas de chocolate da una vuelta de tuerca a la decoración más tradicional.

En este festival de lo dulce no podía faltar la producción repostera por excelencia: una tarta nupcial con varios pisos y más de metro y medio de altura en la que, para no desentonar en originalidad con el resto de esculturas comestibles, sorprende un reloj de cuco que sobresale de uno de los pisos.

Y para que los visitantes no se olviden de que no todo lo apetitoso tiene por qué tener aspecto azucarado, unas pequeñas hamburguesas con patatas fritas hechas con bizcocho y azúcar destacan entre la serie de creaciones inspiradas en la repostería.

David A. Smith, considerado por la prensa británica uno de los "artistas jóvenes más prometedores", Prudence Staite, experta en crear cualquier cosa imaginable a partir de comida, y Jellymonger-Bompar & Parr, que diseñan espectaculares montajes culinarios, a veces a escala arquitectónica, son algunos de los creadores presentes en esta exposición con fines benéficos.

Aunque la entrada es gratuita, los visitantes pueden hacer donaciones que irán destinadas a varias organizaciones benéficas británicas para objetivos como el apoyo a niños con enfermedades terminales o el comercio justo.

Como muchas otras exposiciones, las obras de arte de la muestra están a la venta, aunque este es el único caso en el que, tras la compra, las creaciones tienen más posibilidades de acabar en los estómagos que en las casas de los compradores.

martes, 24 de agosto de 2010

Las fotos que retratan a los Beatles antes de que se desatara la "beatlemanía" llegan a Liverpool

Poco antes de que la beatlemanía se desatara entre los adolescentes de todo el mundo, un joven fotógrafo Paul Berriff retrató a los Beatles en los momentos previos a sus actuaciones a través una treintena de fotos que pueden verse desde hoy en el museo de Liverpool dedicado al cuarteto.

Durante casi medio siglo las instantáneas permanecieron olvidadas en el desván del fotógrafo que, con tan solo 16 años y como aprendiz en el Yorkshire Evening Post, tuvo acceso a los ensayos, los camerinos y los momentos de nervios anteriores a las actuaciones del emblemático grupo en la gira que, entre 1963 y 1964, les llevó por los escenarios británicos junto a la cantante Helen Saphiro.

Traje oscuro y camisa blanca, corte de pelo con flequillo y temas como Love me Do ya se habían convertido en las señas de identidad de la banda pero, en esa época, aún era posible captar escenas distendidas e íntimas que muestran a Lennon y McCartney compartiendo micrófono en los ensayos, al cuarteto tomando aperitivos y refrescos en un descanso o a Starr posando para la cámara.

Poco después, el frenesí desatado entre los jóvenes por ese fenómeno que hoy se conoce como beatlemanía, hizo que las medidas de seguridad en torno al cuarteto fueran tan extremas que tan sólo un pequeño grupo de fotógrafos tenía acceso a los cuatro de Liverpool.

Los Beatles, con traje oscuro y su característico corte de pelo, fotografiados por Berriff. The Beatles Story.

Hace unos meses y para su "enorme sorpresa", tal y como reconoce él mismo, Berriff recuperó de su desván la caja en la que guardaba 800 negativos de imágenes de diferentes formaciones musicales de la época y, tras comprobar la calidad de las instantáneas, decidió que "tenía que hacer algo con ellas".


Seleccionó las mejores, un total de 38 imágenes en blanco y negro con Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr como protagonistas, y bajo el título "The Beatles Hidden Gallery" las mostró al público por primera vez el pasado abril, en una exposición de tan solo cuatro días en Londres.

Ahora las instantáneas vuelven a casa, a Liverpool, para incorporarse a la colección permanente del museo que la ciudad ha dedicado al cuarteto que inmortalizó canciones como Yesterday o Hey Jude.

Los coleccionistas pueden hacerse con una de las 49 copias que se han realizado de cada una de las 38 instantáneas por un precio que oscila entre las 2.495 y 2.795 libras (3.040 y 3.405 euros aproximadamente) con la promesa de que no se harán reproducciones en otros tamaños en el futuro.

Tras una carrera dedicada a la fotografía, sobre todo a la cinematográfica, labor por la que ha recibido numerosos galardones, entre ellos un premio BAFTA, Berriff podrá ser reconocido como el fotógrafo que retrató la faceta más "escondida" de los Beatles.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Los restos de una esponja marina, el fósil animal más antiguo encontrado

Los restos de una esponja marina de apenas medio centímetro de ancho que vivió hace unos 650 millones de años se han convertido en el fósil animal más antiguo jamás encontrado, según publica esta semana la revista Nature Geoscience.

Un sistema de reconstrucción en 3-D permitió deducir al grupo de investigadores estadounidenses que llevaron a cabo la investigación que los fósiles presentes en una serie de pequeñas rocas halladas al sur de Australia corresponden a primitivas esponjas marinas que vivieron entre 640 y 650 millones de años atrás.

En la primera mitad de la Era Neoproterozoica (hace entre 1.000 y 542 millones de años) la Tierra vivió un periodo de gran agitación: a la fragmentación del macrocontinente conocido como Rodinia se sumaron cambios en la composición de los océanos, que pasaron de una química rica en sulfatos a una abundante en hierro, y el incremento notable de los niveles de oxígeno en la atmósfera.

Podría decirse que este periodo constituyó la revolución biológica más importante que el planeta ha vivido, ya que fue entonces cuando los seres unicelulares evolucionaron a formas más complejas y dieron lugar a los primeros organismos pluricelulares, primitivos antepasados de la fauna que pervive en la actualidad.

Pero la falta de restos fósiles impide reconstruir un mapa completo de la evolución animal durante esta etapa.

Gracias a la técnica del reloj molecular, que sirve para datar las divergencias entre especies, ya se sabía que las esponjas existían desde hace entre 850 y 635 millones de años, pero hasta ahora no se habían encontrado pruebas fósiles que lo confirmaran.

Adam Mallof, científico de la Universidad de Princeton (Estados Unidos) que lideró la investigación, explicó a través de una conferencia telefónica que el hallazgo de los fósiles resultó algo "fortuito" ya que desde hace cinco años visita Australia junto a su equipo durante dos meses al año, pero con el propósito de investigar la co-evolución de animales y clima.

Aunque la búsqueda de estos restos de esponjas no fuera su objetivo principal, Maloof reconoció que resultó "gratificante" encontrar pruebas fósiles que confirmaran lo que se había planteado gracias a los relojes moleculares: que los primeros animales aparecieron antes del periodo conocido como "Tierra Bola de Nieve", una sucesión de diez millones de años en los que el planeta vivió la etapa glaciar más larga e intensa de su Historia.

Maloof destacó que el descubrimiento "será de gran utilidad para revelar las raíces de los albores de la evolución animal".

"Hay muchos registros fósiles perdidos, sobre todo del inicio, que constituyen un gran vacío de conocimiento. Pero poco a poco, con la mejora de las tecnologías y el trabajo de la comunidad científica, cada vez tenemos más información para completar esos vacíos de pruebas y trazar el mapa de los inicios de la evolución" afirmó Maloof.

El científico apuntó a la tecnología empleada durante esta investigación como la clave para esclarecer el origen de los fósiles.

El equipo liderado por Maloof tomó instantáneas de los fósiles hallados en las rocas australianas y gracias a un novedoso programa informático consiguieron unir esas imágenes para crear modelos en 3 dimensiones en los que pudieron observar que los restos correspondían a animales con una forma irregular.

Las reconstrucciones revelaron además una serie de canales de apenas un milímetro de diámetro que recorrían el interior del animal con una estructura similar a la que forman los tejidos filtradores de las esponjas modernas, lo que permitió a los científicos concluir que los restos encontrados pertenecían a los antepasados de estos animales.

jueves, 12 de agosto de 2010

Una celda en Londres recuerda el destino de una británica condenada a muerte en EEUU

Una pequeña celda situada en el centro de Londres, cerca de la plaza de Trafalgar, recuerda hoy a los británicos que una de sus compatriotas, Linda Carty, permanece en el corredor de la muerte de Texas a la espera de ser ejecutada.
La organización pro derechos humanos Reprieve ha sido la impulsora de esta iniciativa que ha congregado a un centenar de personas en apoyo a Carty, entre ellas, la actriz Anna Chancellor (Cuatro bodas y un funeral).
Chancellor leyó, junto a la escritora Margaret Busby, una carta escrita por Carty, ex profesora de 51 años, en la que afirma que no es abogada, actriz de Hollywood ni una persona preparada para hablar en público, "pero tampoco una asesina".
En la carta, Carty se confiesa "muy asustada" y reconoce que sus palabras "no son suficientes para convencer a nadie de su inocencia", por lo que lo único que pide es "un juicio justo".
El Tribunal Supremo de los Estados Unidos le denegó hace unos meses la última apelación tras un proceso judicial que comenzó en 2001 después de que la británica fuera formalmente acusada de ordenar el asesinato de Joana Rodriguez.
Sin embargo, según denuncia Reprieve, las autoridades estadounidenses no informaron del arresto de Carty a las británicas, por lo que no contó con ayuda consular, y el abogado que se encargó de su defensa, al que la organización califica de "incompetente", habló con ella para preparar el juicio sólo durante 15 minutos.

Desde hace un año, la abogada Sophie Walker se ha hecho cargo del caso, aunque, tras la decisión del Supremo de EEUU, reconoce que "la única esperanza para salvar su vida es la petición de clemencia al gobernador de Texas".
"La petición de clemencia es un proceso político, por eso es tan importante el apoyo de los ciudadanos, para convencer al gobernador de Texas de que salve la vida de Carty", explicó Walker.
Según la abogada, pese a la gravedad de su situación, Carty "es un ejemplo de fe y fortaleza. Pasa 23 horas al día en una celda tan pequeña como la que se ha instalado aquí y tiene mucho tiempo para pensar y para alimentar su fe".
Con el nombre de "Sala de espera de la muerte" Reprieve ha instalado esta celda para concienciar al público británico de la urgencia y gravedad de la situación de Carty, a la que pueden escribir cartas de apoyo y enviar firmas en contra de la condena.

martes, 3 de agosto de 2010

El Festival británico de la Cerveza rompe tópicos sobre la cerveza "ale"

El Festival de la Cerveza de Gran Bretaña se celebra un año más para demostrar que la cerveza ale, considerada la bebida nacional del Reino Unido, no está pasada de moda, no es sólo "cosa de hombres" y es más barata que nunca.

Hasta el próximo día 7, las más de 60.000 personas que los organizadores esperan que visiten en Londres el festival podrán comprobar que la ale, nombre que recibe la cerveza de fermentación alta, está más de moda que nunca.

Desde que en 1972 surgiera la "Campaña a favor de la ale auténtica" (CAMRA), el número de empresas cerveceras que la producen ha pasado de la media docena que embotellaban sus cervezas por aquel entonces al casi medio millar que participan en esta edición del festival que se celebra estos días en el centro Earls Court.

La CAMRA ha conseguido que la cerveza sea cada vez más solicitada por los consumidores que ahora no tienen problemas para encontrarla en muchos pubs de todo el país con la particularidad de que, en cada zona del Reino Unido, la ale sabe distinta debido a las diferentes características del agua con que se produce.

En su origen, la CAMRA se marcó como objetivo diferenciar la ale de la "ale auténtica", producida artesanalmente con una fermentación que tiene lugar en la superficie del líquido, al contrario que en el caso de la lager, el tipo de cerveza más popular, de color más claro y sabor más suave que la ale tras un proceso de fermentación que tiene lugar al fondo del barril.

Doroh Macey, miembro de CAMRA desde la década de 1970, explicó que el objetivo actual de la organización es "conseguir que sigan surgiendo productores locales que mantengan la tradición sin incrementar el precio".

Según Macey, la ale ha dejado de ser "cosa de viejos" y ahora "está de moda entre los jóvenes, que prefieren ir probando distintos sabores a beber siempre la misma cerveza".

Casi medio millar de cervezas distintas para degustar en tan sólo seis días. GBBF.

Prueba de que la ale está de moda, es que son muchos los jóvenes que se han animado a asistir estos días al Festival de la Cerveza, como Hayley Pye, una veinteañera de North Folk -al este de Inglaterra- que afirma que bebe ale "porque es la cerveza típica del país" y se siente "orgullosa de ella".

"Todos mis amigos la beben y yo estoy poniendo de mi parte para que deje de ser sólo cosa de hombres con barriga: las chicas también podemos conseguir tener tripa cervecera", explicó entre risas.

Para popularizar la cerveza entre las mujeres, el Festival ha organizado en esta edición un tour para que las féminas puedan degustar distintos tipos de cerveza acompañadas de una explicación de lo que están bebiendo.

La popularidad de la ale rompe fronteras, por lo que, además de acoger cervezas invitadas procedentes de Alemania, Bélgica, Estados Unidos o Sri Lanka, el festival ha recibido la visita de muchos no británicos que han probado su primera bebida de fermentación alta en esta fiesta de la cerveza.

Fue el caso de un grupo de taiwaneses que no dudaron en reconocer que aún no habían bebido lo suficiente para afirmar que les gustaba.

Como novedades, en esta edición se ha celebrado un "maratón de twitter" en el que en un intervalo de cuatro horas, los participantes van probando distintos tipos de cerveza y publicando sus impresiones a través de esta página de microblogging.

Además, los celíacos, los vegetarianos y los amantes de los alimentos orgánicos cuentan con puestos de comida y bebida que se ajusta a sus necesidades.

Nelson, Scott, y Wellington son algunos de los "héroes" británicos que este año han dado nombre a las barras del festival que celebra en unos días su tradicional "Jueves del Sombrero", una jornada en la que los asistentes ataviados con los tocados más originales son premiados con una cerveza gratis.

Música en directo, juegos de pub (como unos bolos en miniatura), dianas para jugar a los dardos y futbolines amenizan a los asistentes que pueden llenar los estómagos, además de con cerveza, con comida que va desde pizzas hasta los típicos fish and chips (pescado con patatas fritas) británicos.