sábado, 11 de septiembre de 2010

La soprano Renée Fleming clausura los Proms entre banderas y serpentina

Serpentinas, banderas británicas y fuegos artificiales acompañaron a soprano estadounidense Renée Fleming en la última noche de los Proms, una velada en la que la música acabó compartiendo protagonismo con el espíritu patriótico británico.

A Song of Joys, con música del compositor londinense Jonathan Dove y letra del poeta norteamericano Walt Whitman, abrió la primera parte del concierto del Royal Albert Hall, que contó además con la viola del ucraniano Maxim Rysanov.

"La noche está resultando tan emocionante como me habían contando", confesó agradecida Fleming al comienzo de la segunda parte del concierto, cuando el tono solemne de las primeras canciones dio pronto paso a un ambiente de fiesta más distendido y al más apasionado de los fervores patrióticos.

La orquesta de la BBC puso música a una noche con Renée Fleming como estrella principal. Proms.

El director de orquesta checo Jirí Belohlávek, maestro de ceremonias de la última noche de los Proms en 2007, conducía a la orquesta de la BBC, que en la primera parte del concierto interpretó piezas clásicas como Capriccio Italien de Tchaikovsky y cinco composiciones de Richard Strauss, entre las que estaba Verführung, acompañadas de la voz de Fleming.

Las banderas británicas ondearon con emoción cuando el busto de Henry Wood que preside el auditorio fue laureado en homenaje a este director de orquesta que hace ya 115 años democratizó la música clásica y dio comienzo a la hoy tan arraigada tradición británica de los "Promenade Concerts".

Hacia el final del espectáculo la música fue cediendo protagonismo a un público que, enarbolando banderas, lanzando confeti y serpentina, haciendo sonar silbatos y hasta vuvuzelas, pasó a ser una voz más del gran coro de la BBC con You'll never walk alone.

Con Rule, Britannia! el público se puso en pie y una atmósfera henchida de orgullo patriótico se instaló hasta llegar a su máximo apogeo cuando sonó el himno nacional y las 6.000 personas que abarrotaban el teatro cantaron al unísono God save the Queen.

La música cedió protagonismo al más exacervado de los fervores patrióticos en la segunda parte del concierto. Proms.

Los Proms no sólo se despidieron en el mítico Royal Albert Hall, sino que, para llegar a un público más amplio, la BBC organizó además conciertos al aire libre en otras localidades británicas como Hillsborough, Dundee, Salford y Swansea.

El eje de esta serie de fiestas en el parque fue el espectáculo que tuvo Hyde Park como escenario y al tenor español José Carreras y la soprano neozelandesa Kiri Te Kanawa como artistas invitados en un concierto que despidió los Proms hasta el año que viene con fuegos artificiales.

Con esta última jornada de conciertos, los Proms cierran una de sus temporadas más exitosas con un promedio de 4.000 espectadores en cada uno de los 76 conciertos que ha acogido el Royal Albert Hall en las 58 sesiones programadas por la BBC.

Siguiendo la tradición de su fundador Henry Wood, gran promotor de los compositores de vanguardia de su época, los Proms 2010 combinaron obras clásicas, como la Quinta Sinfonía de Beethoven y el concierto para violín de Tchaikovski, con composiciones más innovadoras como los coros a capella del húngaro Gyorgy Ligeti y la Música de las Esferas, del danés Rued Langgaard.

La Sinfonía de los Mil (octava) de Gustav Mahler -compositor homenajeado en esta edición por el 150 aniversario de su nacimiento-, la interpretación de Plácido Domingo como Simon Boccanegra y Los maestros cantores de Núremberg de Wagner fueron algunos de los conciertos más exitosos.

Jirí Belohlávek se despidió del público británico hasta el año próximo, cuando dirigirá a la orquesta de la BBC en el primer concierto de los Proms 2011, no sin antes comentar que el éxito de la temporada que hoy ha clausurado se debe a que "en tiempos difíciles como los que estamos atravesando, la música nos consuela, nos da apoyo y es más necesaria que nunca".

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