Password la lanzó a la fama, Lo que diga la rubia resultó su fracaso más
sonado y los Hijos de papá, que "conseguían irritarte con que abrieran la
boca", le han devuelto el favor de la audiencia a Luján Argüelles, una
presentadora que es ya una de las caras más reconocidas del panorama televisivo
español.
Aterrizó en la televisión en 2008, por eso Argüelles, de 34 años,
se considera una "recién llegada al medio" y aborda con optimismo todos los
proyectos que llegan a sus manos.
Tienes un minuto es la nueva apuesta de
Cuatro para la presentadora de origen asturiano, que ha hablado de este
proyecto, de la fama y de su pasado en la radio en una entrevista a EFE.
"Me
ha encantado ver la evolución de los Hijos de papá", comenta Argüelles sobre
los ocho jóvenes millonarios que debían aprender a ganarse el pan en el concurso
y con los que en ocasiones se sintió incapaz de empatizar.
Luján Argüelles acompañada de los Hijos de Papá. CUATRO.
Concluido el mes de rodaje de este
programa, Argüelles está inmersa en la grabación de Tienes un minuto, la
versión española del formato Conveyor Belt of Love en el que cuatro chicas y
veinte chicos tienen la oportunidad de encontrar el amor.
A diario a partir
del lunes, se podrá ver cómo las chicas, que pueden elegir cada día a uno de los
veinte candidatos para tener una cita, "se muestran un poco indecisas. Imagino
que cuando una tiene tantos candidatos, así, de repente, te gusta más de uno",
argumenta Argüelles.
La presentadora se muestra sorprendida al comprobar que
"se flechan en seguida" y espera que Tienes un minuto, vaya evolucionando
con el tiempo porque le encantaría ver cómo se cambian las tornas y son una
veintena de chicas las que se esfuerzan por seducir cuatro solteros.
El año
pasado, con Lo que diga la rubia, Argüelles volvió a los temas de actualidad
como ya había hecho en los 12 años que trabajó en la radio.
El programa no
obtuvo buenos resultados y fue retirado en menos de una semana, una dictadura de
las audiencias de la que la asturiana no reniega: "Hacemos entretenimiento y si
la gente no te ve, te vas a casa", afirma.
Echa de menos la radio como medio
y los magacines como formato, "porque son muy variopintos, lo abarcan todo",
pero disfruta de la recompensa de la fama que ofrece la televisión.
"En la
radio preparas un temazo, abres las líneas, ¡que se rompan las centralitas!, y
luego llaman cinco y dices, '¿qué pasa, que no me oye nadie?'", bromea la
presentadora.
Por eso ve normal que "la gente sienta curiosidad por saber de
tu vida cuando entras todos los días en el salón de su casa" y no se molesta si
se publican fotos de su vida privada, como las de su luna de miel en una playa
junto a su marido.
Activa y trabajadora, Argüelles ha empezado a "actuar
eficazmente contra la arruga", aunque dice que desde que está en la tele se
arregla menos "porque cuando trabajas siempre hay alguien detrás de ti con una
borla para quitarte los brillos y acabas un poco harta".
De lo que no está
harta es de trabajar y embarcarse en nuevos proyectos. En el futuro, espera
poder seguir como hasta ahora, sin perder la capacidad de "sorprenderse,
emocionarse, ilusionarse con lo que uno se va encontrando", algo que opina "es
cuestión de actitud más que de lo que te vaya proponiendo la vida".
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