Casi formal, casi políticamente correcto, Pete Doherty se ha entregado a sus 
fans madrileños en un concierto de más de hora y media en el que le ha dado 
tiempo a fumar, charlar, beber y dar un auténtico recital de buena música con 
las canciones en acústico de su primer disco en solitario. 
Sólo media hora 
más de lo previsto ha tenido que esperar el público de la Joy Eslava a la salida 
del irreverente músico británico que, en un espacio más reducido de lo habitual 
en sus conciertos, ha presentado con la única compañía de su guitarra los temas 
que forman parte de "Grace/Wastelands", el álbum en solitario que publicó en 
2009. 
Ha saludado en español, ha aguantado el tipo durante la veintena de 
canciones del concierto y, sobre todo, se ha esforzado por complacer los deseos 
de un público tan joven que cuando Doherty comenzó a cosechar éxitos con The 
Libertines allá por 2002, apenas tenían edad para beber cerveza en un bar. 
Durante el concierto, el autor de temas como Fuck Forever (una de las 
canciones más coreadas del directo), ha firmado autógrafos, ha compartido 
micrófono con algunos fans voluntarios, ha recogido los sombreros, bufandas del 
Betis y hasta bragas que le lanzaban desde la arena y se ha dejado sobornar con 
licor para continuar tocando. 
Y es que, el hombre que pasó dos meses en la cárcel por robar en el piso de su compañero de banda, que se presentó en un juzgado con una papelina de heroína en el bolsillo del abrigo y fue detenido bajo sospecha de suministrar drogas a un amigo que falleció por sobredosis, no deja de ser el enfant terrible del panorama musical británico por mucho que llegue puntual a uno de sus conciertos.
Se le ha debido de olvidar que la 
ley española prohíbe fumar en espacios públicos cerrados y, entre canción y 
canción, Doherty no ha dudado en echarse un cigarrillo, un exceso que no ha 
debido de ser el único de la noche a juzgar por la torpeza en forma de 
tropezones que se ha apoderado de él hacia el final del espectáculo, pero que no 
le ha impedido seguir tocando con el mismo ímpetu del principio. 
Un dúo de 
bailarinas, con una original puesta en escena, han acompañado a Doherty en 
algunas de las canciones y han contribuido a recrear una atmósfera más íntima, 
casi mágica, para melodías como For Lovers. 
Las versiones en acústico de 
temas como Don't Look Back into the Sun, What a Waste o Delivery, han 
sonado dignas y casi irrepetibles junto al resto de temas del primer disco en 
solitario de este músico promesa de la nueva oleada de punk-rock británico junto 
a The Libertines, ejemplo de creatividad artística con Babyshambles y 
cuestionado por sus adicciones siempre. 
El lunes en Barcelona concluirán las 
citas españolas de una gira por Europa en la que Doherty viaja acompañado por 
los teloneros The Ezra Beats, la banda liderada por su hermana Amy Joe Doherty 
que ha sabido caldear el ambiente con un show alegre y divertido antes del plato 
fuerte de la noche.
 


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